La descripción

Describir es presentar los rasgos característicos de seres, objetos, lugares o fenómenos, de un mundo real o imaginario.

Una descripción puede ser:

• Objetiva: tiene una finalidad informativa y no incluye ni sentimientos ni sensaciones experimentadas por el autor.
• Subjetiva: sí expresa sentimientos y emociones, y presenta la realidad tal y como el autor quiere mostrarla.

La descripción personal

La descripción de personas se puede hacer explicando sus rasgos físicos, sus rasgos de carácter, o ambos.

Fíjate en la descripción de la señorita Honey y de la señorita Trunchbull del fragmento de Matilda de Roald Dahl en las páginas 94 y 95 del libro de texto.

La descripción de lugares

Describir un lugar consiste en explicar de forma ordenada cuáles son los elementos y objetos que se encuentra en él, dónde están y cómo son.

En algunos casos se añaden las impresiones y sentimientos que producen los lugares que se describen, por lo tanto, podemos distinguir entre:

• Descripción técnica: es objetiva, utiliza palabras precisas (tecnicismos), sigue un orden lógico.
• Descripción literaria: es subjetiva, utiliza muchos más adjetivos y comparaciones, el autor expresa sus impresiones (alegría, tristeza...) y decide el orden que sigue.

Fíjate en la descripción de la casa de las montañas de los abuelos del fragmento de Paulina de Ana María Matute en las páginas 114 y 115 del libro de texto.

El lenguaje de los textos descriptivos

Para decir cómo son las cosas, las personas, los lugares... debemos:

1. Hacer referencia a ellas, nombrarlas, por eso estudiamos el sustantivo relacionado con la descripción.
2. Explicar sus características y cualidades, ayudándonos, por un lado, de adjetivos, y por el otro, de comparaciones, como las que utilizaba Matilda para describir a la señorita Trunchbull: "Cuando marchaba por un pasillo (...) siempre marchaba como una tropa de asalto".
3. Sobre todo en las descripciones de lugares, estructurar los datos siguiendo un orden concreto (de lo más general al o más particular, de dentro a fuera, de izquierda a derecha, de los primeros planos al fondo, etc.). Para ayudarnos a organizar el texto, son muy útiles los marcadores espaciales: delante, abajo, al fondo, a la izquierda, a lo ancho, por encima, cerca...

Puedes seguir aprendiendo y ampliando conocimientos sobre la descripción en este enlace.