En la unidad anterior ya definimos que describir consistía en presentar los rasgos característicos de seres, objetos, lugares, fenómenos... de un mundo real o imaginario. También distinguimos lo que era una descripción objetiva (en la que simplemente se presentan los rasgos característicos) y una descripción subjetiva (en la que, además, el autor incluye su punto de vista, sensaciones, emociones...).
En esta unidad nos centraremos en la topografía o descripción de lugares. Se trata de una explicación ordenada de los elementos y objetos que se encuentran en un lugar, su situación en el espacio y su aspecto. Además, se pueden añadir impresiones y sentimientos que produce el lugar o los elementos que encontramos en él.
La estructura habitual es muy similar a la de la descripción personal (presentación, caracterización y cierre), solo que, cuando describo un lugar, debo tomar decisiones sobre el orden seguiré para la caracterización:
- De lo general a lo particular, o al revés.
- De dentro hacia fuera, de izquierda a derecha...
- De los primeros planos al fondo...
A los rasgos lingüísticos característicos que ya conocemos, debemos añadirles los marcadores espaciales:
- Sustantivos concretos
- Adjetivos calificativos
- Verbos copulativos
- Adverbios de modo
- Comparaciones
- Marcadores espaciales: delante, detrás, arriba, abajo, al fondo, a la derecha, a lo ancho, por encima, en un primer plano, a lo lejos, allí, cerca, lejos...
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